
En México, la comida no se come: se celebra. Y como toda buena celebración, siempre va mejor con algo que la acompañe, equilibre y eleve la experiencia. Ahí es donde entra nuestra gran aliada: la cerveza.
Más allá de ser “una bebida pa´ la calor”, la cerveza bien elegida puede ser el maridaje perfecto para nuestros sabores tradicionales. ¿No nos crees? Sigue leyendo…
Cerveza + comida mexicana = magia sensorial
La gastronomía mexicana es compleja, rica y llena de contrastes: dulce, ácido, picante, tostado, herbal. Justo como la buena cerveza artesanal. Por eso, cuando combinas bien estos dos mundos, ocurre algo especial: los sabores se realzan, se equilibran, se vuelven memorables.
La cerveza, con su variedad de estilos, temperaturas y texturas, se adapta como un guante a nuestros antojitos, guisos y platillos tradicionales.
¿Cómo ayuda la cerveza en el maridaje?
Buena pregunta. Aquí van algunas formas en las que la chela le entra al quite en la mesa:
Limpia el paladar: Las burbujas y el amargor del lúpulo “barren” la grasa o el picante, dejando la boca lista para el siguiente bocado. Te recomendamos probar nuestra 🔥 IPA SMOKED (colaboración con Los manes de la Parrilla) con unos buenos tacos de barbacoa.
Resalta sabores: Nuestra 🟤 DUNKEL puede sacar lo mejor de unos tacos al pastor. Una IPA puede contrastar y domar el mole poblano.
Equilibra intensidades: Un platillo fuerte se calma con una cerveza suave. Uno más ligero se anima con una cerveza más intensa.
Aporta aromas: El lúpulo, la malta y las levaduras también huelen… y ese bouquet puede sumarse al platillo como si fuera otro ingrediente.
Algunos maridajes que nos encantan:
Ceviche con nuestra 🟡 GOSE de mezcal, cáscara de naranja, sal de gusano y romero bien fría: frescura total, maridaje sin falla.
Pan de elote con nuestra ⚫ STOUT Peanut Butter: postre nivel dioses.
La cerveza no es solo para “pasarla”. Es parte de la experiencia. Y en nuestro querido México donde la comida tiene alma, la chela tiene que estar a la altura. En Cervecería No. 18 lo sabemos, por eso diseñamos nuestras cervezas pensando en esos momentos donde el bocado y el trago se vuelven uno solo.
Así que la próxima vez que cocines o salgas a comer algo rico, piensa en la cerveza como parte del menú. No solo acompaña: transforma.
¡Salud y buen provecho!