#CERVECERIA18

Autor: Hugo Ramírez Vences “El Chino”

  • Formas de decirle a la cerveza en México

    (Porque pedir “una chela” también es cultura).


    En México, pedir una cerveza nunca es solo pedir una cerveza. Es parte de la convivencia, de la sobremesa, de la historia… y del idioma de “los cuates”. Y como buenos mexicanos, tenemos mil maneras de llamarla, dependiendo del lugar, el humor, la compañía o el antojo.

    Aquí te dejamos algunas de las formas más comunes (y sabrosas) de decirle a la cerveza en nuestro país:

    1. Chela
      La más famosa, la más querida, la más nuestra. Decir “una chela” es como decir “estoy en casa”.

    Usada en todo el país, desde una reunión familiar hasta una noche de tacos y risas. «¿Una chelita pa´ el calor?»

    1. Fría o Helodia
      Porque si no está fría, mejor ni la mencionamos. Esta es la forma más directa (y efectiva) de pedirla: «Échame una bien helodia, ¿no?», así como tus sentimientos.
    2. Chelita
      El diminutivo que no engaña: sigue siendo una cerveza, pero ahora es más amigable, más cercana, más irresistible. A veces, hasta “coqueta”.
      «Una chelita nomás… y ya me voy.” (mentira).
    3. Guama o Kawasaki
      No es un estilo, es un formato de vida. La caguama es la reina de las reuniones largas, las playas y los momentos donde se comparte de verdad. Y si de mostrarse internacionales se trata, la mejor forma es llamarla kawasaki.
      «Nada como una guama vanquetera».
    4. Cerveza
      Sí, a veces le decimos por su nombre completo. Sobre todo cuando queremos sonar serios, o
      estamos en una cata, o hablando de estilos como si fuéramos sommeliers.
      «Esta cerveza es una IPA con 55 IBU y dry hopping…»

    ¿Y tú cómo le dices?
    Lo importante no es cómo le llames, sino con quién la compartes, cómo la disfrutas y qué historia cuenta tu vaso. En cada región de México hay una forma distinta de decirle a la cerveza, pero todas tienen algo en común: nos conectan, nos relajan, y nos alegran el momento.

    Así que ya sabes: la próxima vez que pidas una, dilo como quieras… Pero eso sí: que sea artesanal, y que sea de la buena, de la 18.
    ¡Salud!

    ¡Salud, y que siga la exploración!

  • ¿El amor por la cerveza es un gusto adquirido?

    Todos conocemos a alguien que dijo “a mí no me gusta la cerveza”… hasta que un día probó una diferente y cambió de opinión. Y es que, aunque no lo parezca, el amor por la cerveza muchas veces no nace: se construye.

    En Cervecería 18 lo hemos visto muchas veces en festivales, catas y reuniones: alguien se acerca con cara de “no soy muy fan” y termina diciendo “¿cómo no había probado esto antes?”. Y eso tiene su explicación.

    El paladar se educa (como todo en la vida).
    Cuando éramos niños, probablemente no nos gustaban cosas como el café, el chocolate amargo o el mole con mucho chile. Pero con el tiempo, aprendimos a disfrutarlos porque nuestro paladar fue reconociendo y apreciando sabores más complejos.

    Con la cerveza pasa lo mismo. Especialmente
    con la cerveza artesanal, que tiene más matices, más cuerpo y más carácter que las
    industriales.

    ¿Por qué a muchos no les gusta “al principio”?
    Porque la mayoría de nosotros empezamos con cervezas muy ligeras, casi sin amargor, y luego probamos una IPA o una Stout y… ¡pum! El paladar se confunde. Es un salto de sabores que puede ser abrumador si no sabes lo que estás tomando.

    Pero no es que no te guste. Es que quizá no era el momento… o el estilo correcto para ti.

    El truco está en explorar.
    Lo bonito de la cerveza artesanal es que hay un estilo para cada gusto. Si no te gustó la primera, prueba otra. Aquí van algunos tips para “entrenar” el gusto sin sufrir en el intento:

    • Empieza con estilos suaves y balanceados, como una Blonde Ale, una Vienna Lager o una Hefeweizen. Nuestra 🟡 Gose con mezcal, naranja, romero y sal de gusano siempre nos ha resultado exitosa para acompañar a los que inician en este camino.
    • Acompáñala con comida. Maridar ayuda a suavizar sabores y encontrar armonías que sorprenden.
    • Hazlo social. Tomar chela en buena compañía relaja, abre la mente y el paladar.
    • Dale tiempo. Así como no te enamoras a la primera, con la cerveza también puede tomar unos intentos.

    ¿Y si ya la amas?
    Entonces sabes que el gusto no es solo adquirido… es cultivado, compartido y celebrado. Cada trago te cuenta una historia distinta y te invita a descubrir algo nuevo.

    En Cervecería 18 hacemos chelas para todos los niveles de amor cervecero: desde el primer flechazo hasta la pasión intensa por el lúpulo. Y lo mejor es que aquí nadie juzga tu punto del camino.

    Conclusión: sí, el gusto se adquiere. Pero vale cada trago del viaje.
    Así que si todavía no te enamoras de la cerveza, no te rindas tan rápido. Hay una por ahí esperándote. Y si ya la amas… bueno, sabes que este amor solo crece.

    ¡Salud, y que siga la exploración!

  • La importancia de la cerveza en la gastronomía mexicana

    En México, la comida no se come: se celebra. Y como toda buena celebración, siempre va mejor con algo que la acompañe, equilibre y eleve la experiencia. Ahí es donde entra nuestra gran aliada: la cerveza.

    Más allá de ser “una bebida pa´ la calor”, la cerveza bien elegida puede ser el maridaje perfecto para nuestros sabores tradicionales. ¿No nos crees? Sigue leyendo…

    Cerveza + comida mexicana = magia sensorial

    La gastronomía mexicana es compleja, rica y llena de contrastes: dulce, ácido, picante, tostado, herbal. Justo como la buena cerveza artesanal. Por eso, cuando combinas bien estos dos mundos, ocurre algo especial: los sabores se realzan, se equilibran, se vuelven memorables.

    La cerveza, con su variedad de estilos, temperaturas y texturas, se adapta como un guante a nuestros antojitos, guisos y platillos tradicionales.

    ¿Cómo ayuda la cerveza en el maridaje?

    Buena pregunta. Aquí van algunas formas en las que la chela le entra al quite en la mesa:

    Limpia el paladar:  Las burbujas y el amargor del lúpulo “barren” la grasa o el picante, dejando la boca lista para el siguiente bocado.  Te recomendamos probar nuestra 🔥 IPA SMOKED (colaboración con Los manes de la Parrilla) con unos buenos tacos de barbacoa.

    Resalta sabores: Nuestra 🟤 DUNKEL puede sacar lo mejor de unos tacos al pastor. Una IPA puede contrastar y domar el mole poblano.

    Equilibra intensidades: Un platillo fuerte se calma con una cerveza suave. Uno más ligero se anima con una cerveza más intensa.

    Aporta aromas: El lúpulo, la malta y las levaduras también huelen… y ese bouquet puede sumarse al platillo como si fuera otro ingrediente.

    Algunos maridajes que nos encantan:

    Ceviche con nuestra 🟡 GOSE de mezcal, cáscara de naranja, sal de gusano y romero bien fría: frescura total, maridaje sin falla.

    Pan de elote con nuestra STOUT Peanut Butter: postre nivel dioses.

    La cerveza no es solo para “pasarla”.  Es parte de la experiencia. Y en nuestro querido México donde la comida tiene alma, la chela tiene que estar a la altura.  En Cervecería No. 18 lo sabemos, por eso diseñamos nuestras cervezas pensando en esos momentos donde el bocado y el trago se vuelven uno solo.

    Así que la próxima vez que cocines o salgas a comer algo rico, piensa en la cerveza como parte del menú. No solo acompaña: transforma.

    ¡Salud y buen provecho!

  • ¿Cuáles son los estilos de cerveza más bebidos en México y por qué?

    Si te gusta la cerveza (como a nosotros), seguramente ya tienes una favorita o al menos un estilo que siempre te saca una sonrisa.  Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuáles son los estilos más tomados en México y por qué nos gustan tanto?

     

    Aquí te contamos qué es lo que más se pide en las barras, tiendas y reuniones mexicanas… y también por qué.

     

    1. Lager clara: la reina de las mesas mexicanas.

     

    Las lagers claras, como las tipo American Lager o Pilsner industrial, dominan ampliamente el mercado. ¿La razón? Son ligeras, refrescantes, fáciles de tomar y combinan con todo: desde unos taquitos al pastor hasta una carnita asada en domingo (y para nuestros amigos de Monterrey, cualquier lunes también).

     

    Y sí, muchas de las grandes marcas comerciales producen este estilo, lo cual lo hace omnipresente.  Pero eso no significa que una lager artesanal no pueda brillar (¡vaya que sí puede!).

     

    2. Vienna Lager: el alma tostada de nuestras raíces.

    ¿Te suenan esas cervezas mexicanas color ámbar, con un toque más maltoso y tostado?

    Seguramente has probado una Vienna Lager sin saberlo.  Este estilo, con origen europeo, se volvió parte de la identidad cervecera mexicana, gracias a los inmigrantes austriacos y alemanes del siglo XIX.

    Tiene un balance entre dulzor y amargor suave, y va perfecto con platillos más condimentados. Un clásico que nunca falla.

    3. Pale Ale: el favorito entre los que buscan “algo diferente”.

     

     

  • ¿Qué es el IBU y por qué aparece en nuestras botellas?

    Si alguna vez has leído una de nuestras etiquetas y te encontraste con la palabra IBU, quizá pensaste que era algún código secreto o una abreviatura hipster para presumir… pero no. Hoy te contamos qué significa y por qué lo incluimos en nuestras cervezas.

    IBU: International Bitterness Unit (pero en español, Todo bien).

    El IBU es una unidad internacional que mide el nivel de amargor en una cerveza. Así de simple. Cuanto más alto el número, más amargor sentirás en cada trago. Cuanto más bajo, más suavecito y fácil de tomar.

    Por ejemplo:

    Nuestra querida 🟡 GOSE con mezcal, sal de gusano, cáscara de naranja y romero tiene un IBU de 25, lo cual es bajo. Es decir, es menos amarga.

     

    Nuestra 🟢 NEIPA, es muchoo más lupulada; su IBU es de 50. Si eres amante de las chelitas amargas, esta es nuestra recomendación.

    Pero… ¿El amargor es malo?

    ¡Para nada! El amargor en la cerveza viene principalmente del lúpulo, una flor maravillosa que, además de conservar la chela, le da aroma y sabor.

    Hay quienes aman una cerveza con carácter y amargor pronunciado, y otros prefieren algo más balanceado o hasta dulce. El IBU es solo una guía para que sepas más o menos qué esperar antes de abrir la botella.

    ¿Por qué lo ponemos en nuestras etiquetas?

    Porque creemos que una buena chela también se disfruta con conocimiento. Y si ya llegaste a probar una IPA de 45 IBU y te encantó, puedes buscar otras con números similares. O si dijiste «esto está muy intenso», la próxima vez te vas por algo con menos IBU.

    En Cervecería 18 nos gusta que tengas opciones y que sepas lo que estás tomando. Aquí no hay secretos: solo buena cerveza y buena compañía.

     

     

     

  • ¿Por qué las botellas de cerveza artesanal son oscuras?

    Seguro te has fijado que todas nuestras botellas —y las de muchas cervezas artesanales— son de vidrio oscuro, ya sea ámbar o café. No es por estética (aunque sí se ven chulas en el refri y con nuestra etiqueta más), es por algo mucho más importante: la protección de la chela.

    El enemigo silencioso: la luz.

    La luz, especialmente la del sol o la luz fluorescente, es uno de los peores enemigos de la cerveza. ¿Por qué? Porque afecta directamente a un ingrediente esencial: el lúpulo.

    El lúpulo no solo le da aroma y amargor a nuestra cerveza, también es una parte clave de su frescura y carácter. Pero… es fotosensible. Es decir, reacciona mal con la luz, como el Hugo “el Chino” que va a la playa y se llena de ronchas. Cuando eso pasa, las moléculas del lúpulo cambian y generan un sabor y olor que muchos describen como «zorrillo» (sí, como el animalito apestoso), o como muchos decimos: “está quemada la chela”.

    Entonces, ¿la botella oscura es como un escudo?

    Exactamente. El vidrio oscuro funciona como un filtro natural que bloquea los rayos UV y ayuda a conservar el sabor original de la cerveza por más tiempo. Es como ponerle lentes de sol a tu chela para que no se eche a perder antes de tiempo.

    En cambio, las botellas claras o verdes —muy usadas por marcas industriales— no protegen igual, y eso se nota cuando la cerveza huele raro o tiene un sabor que no estaba en el perfil deseado.

    En Cervecería No. 18 cuidamos cada detalle.

    Desde la selección de maltas y lúpulos, hasta el tipo de botella que usamos, todo tiene una razón. Usamos botellas oscuras porque queremos que cada vez que abras una, te encuentres con la mejor versión de nuestra cerveza, tal como la hicimos: fresca, equilibrada y con todo el sabor intacto.

    Así que ya sabes: si ves una botella oscura, no solo pienses en lo bonita que se ve… piensa en lo bien que está cuidando esa STOUT Peanut Butter o cualquiera de nuestros estilos que lleva dentro.